Lupretinia: la voz que emerge desde Colón

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En una entrevista en “La Mateada con vos”, Agustina Celci, la fuerza creativa detrás del proyecto musical Lupretinia, compartió su recorrido artístico, desde sus inicios en las artes visuales hasta consolidarse como una cantautora que conmueve con su visceralidad y compromiso social. El nombre del proyecto, “lupretinia” encierra una historia conmovedora, nacida de un vinculo especial con una gata negra en un momento de profunda introspección en su vida en Buenos Aires.

“En verdad, yo en el 2012, todavía no hacia música, pero pintaba, en un momento tuve como me dio una etapa medio deep de la vida y me volví para acá, y todos los días venia una gata negra a mi casa. Y venia y se quedaba conmigo y nada, me hacia una supercompañia y resulto que era un momento de joven ir la gata. Y yo era como mi amiga. Salgo a investigar por el barrio y me entero que la gata se había muerto, pero que se llamaba Lupretenia”, relató, explicando que adopto el nombre para honrar su memoria y firmar sus pinturas, para luego destinarlo exclusivamente a su proyecto musical

La música siempre estuvo presente en la vida de Agustina. Criada en un hogar donde se escuchaba una amplia variedad de géneros, desde Loreena McKennitt hasta José Larralde y Los Redondos, la música era un pilar fundamental. Sin embargo, el salto a la profesionalización llegó en 2019. Agustina, quien en ese entonces se dedicaba a tatuar, tuvo una “revelación”. Vendió sus herramientas de tatuaje, viajó a Santiago de Chile y con ese dinero, compró el equipo para montar un mini estudio en su casa, dando inicio a su camino musical de forma más seria. La pandemia, paradójicamente, fue un período de gran productividad para ella, creando un torbellino de canciones y pinturas. Fue entonces cuando decidió compartir su trabajo con Ignacio Acevedo, hoy su productor, dando un impulso definitivo a su carrera.

Agustina destaca la importancia de la conexión humana en su camino. Su productor, por ejemplo, era su vecino en Buenos Aires, y la afinidad musical surgió de forma orgánica. Este encuentro, sumado a otros similares, la llevó a una reflexión profunda: “Siento que si vos va dispuesto algo, o sea, si hay algo que realmente te gusta mucho… la gente se aparece en el camino de alguna manera”. Esta filosofía de la perseverancia y la pasión se extiende a su proceso creativo, el cual describe como “bastante variado” y profundamente ligado a sus emociones. Ya sea a través de un “desborde de emociones” que la lleva a escribir sin parar, o una melodía que surge en su mente y que graba para retomar más tarde, sus canciones nacen de un lugar visceral. Además, destaca la colaboración con “Black”, el guitarrista de su banda, con quien comparte ideas y maquetas.

El estilo de Lupretenia se caracteriza por ser “muy emocional” en sus dos formatos: banda completa y solo set. Sus canciones, provenientes “del fondo del corazón”, abordan temas de desamor, salud mental o simplemente “cosas lindas”, siempre desde una perspectiva profunda. En cuanto a sus influencias, Agustina reconoce referencias inconscientes en su proceso creativo. De manera consciente, su solo set se nutre de la música de los 80, con el uso de máquinas de ritmo y sonidos característicos. Con la banda, se inspira en el rock alternativo de bandas como Smashing Pumpkins. Además, admira a artistas mujeres como Sinead O’Connor, Redelander, Soko y Alice Phoebe Lou.

Agustina se considera una artista “emergente”, no solo por su etapa actual, sino porque cree que “uno nunca deja de emerger”. Su mayor aspiración es que su música “interpele” a quienes la escuchan, buscando generar emociones y “mover algo adentro”, independientemente de si la gente continúa escuchándola después. La composición de sus canciones surge de sus propios “desbordes emocionales”, de observaciones del mundo exterior e incluso de su profunda conexión con la política. Para ella, “todo es político”, y si tiene la posibilidad de usar su arte como una plataforma, lo hará para generar reflexión y conciencia, especialmente en un contexto hostil donde el arte suele ser lo primero en ser silenciado.

Como artista independiente, Agustina enfrenta desafíos significativos, especialmente la falta de financiamiento. A pesar de tener material para un disco completo, los recursos actuales la limitan a lanzar sencillos, con la esperanza de que el álbum vea la luz cuando las condiciones lo permitan. La autogestión implica un trabajo arduo que va más allá de lo musical: buscar fechas, organizar la logística, el diseño gráfico y la presencia en redes sociales, tareas que describe como un “barro hermoso”.

Su reciente viaje a España, donde realizó siete presentaciones con su solo set, fue un hito importante, impulsado por un amigo de Colón, Lucas Márquez, radicado en Barcelona. La experiencia le confirmó que posee más herramientas de las que creía para desenvolverse sola, encargándose de todo, desde la conexión de cables hasta el sonido.

Como artista femenina en la industria musical, Agustina ha enfrentado situaciones de menosprecio y dificultades para que se reconozca su valor. Además, lamenta la predominancia masculina en el ámbito musical y la persistencia de la lucha por espacios para artistas mujeres, una discusión que considera agotadora: “Si tengo que pelear con alguien para que realmente necesite el cupo femenino para que ya me atibas a que toquen, me parece una pedorrada”, afirmó, enfatizando su preferencia por entornos que “construyan nuevas realidades” y sean inclusivos.

Entre sus recuerdos más preciados, Agustina destacó el reciente show en Morón, donde el público coreó el nombre de Lupretenia, una experiencia que la llenó de emoción. También mencionó la oportunidad de grabar sesiones en vivo en Roma Fónica, un estudio reconocido, lo que significó una gran oportunidad para su proyecto. Estos momentos, junto con el simple hecho de compartir música con amigos y viajar para tocar, son su motor para seguir adelante: “Es por esto, porque es compartir la música con amigos, poder cantar en un escenario… eso es como que no sé, son cosas que a mí, de las que más me llena y me convencen de que tengo que seguir haciendo esto, porque si no me voy a morir básicamente de realidad”.

De cara al futuro, Lupretenia tiene varias fechas confirmadas: el 12 de julio en Santa Fe, el 19 de julio en Concepción del Uruguay y el 2 de agosto nuevamente en Concepción. También existe la posibilidad de tocar en Tucumán y Salta en septiembre, aunque la viabilidad depende de la financiación. Para octubre o noviembre, planea lanzar un EP de dos temas.

Finalmente, Agustina dejó un mensaje contundente para la comunidad y para quienes desean dedicarse al arte: “Sigamos haciendo arte como sea, sigamos ocupando esos lugares y tratar de no tener miedo, y de no tener miedo ni que nos vayan mal en primer lugar… Y tampoco miedo en el contexto, es muy importante hoy en día tratar de que no nos paralicen con el miedo y poder seguir haciendo lo que queremos hacer, porque en un contexto tan hostil, lo primero que se corta es ser arte, y es lo que intento decir en este momento como che, defendámoslo con un día gendié, y dientes porque lo único que nos queda al final”. Un llamado a la resistencia artística en tiempos complejos, que resuena con la pasión y autenticidad de Lupretenia.


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